jueves, 14 de octubre de 2010

Llegaste a mi playa,

para alborotarme el alma

y los sentidos


Me bañé en tus verbos,

de agua mansa,

regaste las raíces

de mi ser con cálidas miradas


me recorriste...



las yemas de tus dedos,

se derramaron serenas

perfumando de hierbas aromáticas,

mis latidos.

fuimos nubes besadas
etéreas, eternas, derramadas...

sábado, 10 de abril de 2010

Nada deseo más que ir a buscarte. ¿Donde estás? No puedo oirte. Hace tanto que calló tu boca...,Que tus manos se alejaron de mi cuerpo... No puedo olerte. Pero el aire me trae aquél aroma que emanabas, a tisanas sanadoras, milagrosas, a romero. De nuevo, me recreo en aquel encuentro. Recorrí aquella distancia entre tinieblas. En mi pecho la ansiedad de sorprenderte. Pero mi mente, retardando en lo posible, la llegada. Demasiados miedos. Aparqué el coche y te esperé. Aún tardaste un rato. Volvieron las dudas, las preguntas, el temor a equivocarme. Y si no viene? Tal vez sea lo mejor. Amar conlleva sufrimiento. Desde cuando esperas? preguntaste, desde siempre, te dije muy quedo. No volverás a esperar más. Desde hoy seré tu espejo. Mirate en mis ojos y siente tu deseo. Eso que ves, es mi deseo. Casi inmediatamente nos besamos. Dios, como siento aún aquellos besos! Al compás de la lluvia nos amamos y nada importó ya, nada hay más allá de que aquel momento. Que encienda mis sentidos mi alma. Que toque todas las fibras de mi cuerpo. Sentí la eternidad sobre tus manos. Detenerse el tiempo en tus silencios. Quiero volver a verte. Pero, el temor, no quiere abandonarme. ¿Y si he dejado de ser ya para tí, aquel espejo?.

sábado, 13 de febrero de 2010

A horcajadas por la vida.

La lluvia en el cristal, tintineando. Los gemidos de la piel, con ella entremezclados. Crepitan, como leños incendiados. Estamos aquí por un deseo. Todo está bien. El sonido del río, nos va llenando. Discurren sus aguas sedosas, por las manos. A horcajadas sobre tí. Me siento. Reina. Deseada. Te deseo. Nos incendiamos. Los besos tejen hilos de luz, para alumbrarnos. Me acoplo a tus latidos. Pulsando sensaciones voladoras. Se acelera el corazón, impacientado. Tu voz imprime ritmo a mis caderas. Nos vamos elevando. Nuestras mentes adormecen, vibran bajo. Tapados por las bocas, los jadeos. Jugamos. Entregados el juego más sublime. Tu lengua me posee. Volviendo esclavos. Mi piel y mis rincones desvelados. Por la magia de tu fuerza. Por el vigor que imprimes a tus actos. Me invitas a subir más lentamente. Descansamos. Pero es tal la necesidad de oir tu risa. Que no puedo parar. Y por laderas empinadas, te conduzco. Subiendo unidos, se funden los jadeos y nuestras manos. Enseguida, la cumbre vislumbramos. En la urgencia de llegar, las nubes le apartamos. Aquellas que formaron en las noches. Los besos presentidos. Los sueños deseados. Las palabras sopladas al futuro. Conformando. Una nueva realidad. Un horizonte. En susurros de amor, fundamentado. Sobrevolar cumbres de montañas. Renacer. Besando nubes. Derramarnos.

martes, 5 de enero de 2010

Sueños

Me duermo sonriendo.
Acurrucada en tus generosos párrafos.
Adormece la magia, que un minuto antes disfrutamos.
Tú, aún en mi interior.
Tus latidos.
Me Invitan a moverme. Recordando.
Sinuosas. Son tus manos.
Imaginadas, tocando.Recorriendo mis rincones olvidados.
Tus ojos.
Brillos de luna llena en un lago.
Reflejan su luz sobre mis senos. Blancos.
Aupados por tu voz. Con tus deseos, elevados.
Altaneros. Agrandados. Por tu serena suavidad. Amamantados.
Van alzándose, para buscar tus labios. Te incitan, muy despacio.
Enloqueces. Empujando. Despliegas tu luz desde tu faro.
Llamas a este viejo barco. Te extravías en el fondo, enloquecido.
Yo me acerco. Viva y Sensual. Tu puerto voy buscando.
La tempestad con los anhelos, vamos provocando.
Tendida en la cubierta. La ternura. Templada por un sol majestuoso.
Caldeando. Nuestros cuerpos. Goteados.
Tras los besos. Pellizcados.
Párpados y cuellos. Hombros, y costados.
Caricias sedosas.
La Pasión mueve las velas. Y son remos, los abrazos.
Llegaremos a buen puerto, jadeando.
En tu vientre... mi rostro, halla el descanso.

No sé si duermo o estoy en duermevela.
Mi piel chilla. Posesa. Con el eco, de tu faro.
Iluminado.