lunes, 30 de noviembre de 2009

Vendrás?

Me pregunto si vendrás. ¿Estarás impaciente como yo? Imagino que caminas deprisa, porque sabes que te espero.... Pero, van surgiendo cosas que te entretienen, se alarga el tiempo de espera. No importa, te dices. Cuando pueda ser será....... Sabes que estaré ahí... Siempre dispuesta.

Mi mente, ya despertó preparándose, entre ropa interior roja. Mis manos, rebuscaban en un cajón multicolor. ¿Qué te gustará? Te preguntaré en cuanto llegues.

Enciendo el ordenador y voy a la ducha. El agua caliente me recorre y el deseo....

No has llegado. No importa, me digo. Escribiré, hace días que no lo hago. Y a él le gusta. Pero mi cuerpo..... ansía tus manos, y mi mente, ya no piensa. Sólo te desea.

Calma le digo. Medita. Sueña.

Jo, mi corazón¡ El duende.... acaba de iniciar sesión.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Al encontrarte. Se emocionan mis sentidos. Gimen versos. Enmudeciendo lo no hermoso. La queja se dulcifica. Apareces. Me sorprendes. Me vuelves niña. Que aprende a ser quién es en tus pupilas. Y yo te invento. Un nuevo brillo. Que en tu piel se vuelve lluvia y serpentinas. Que nos llenan de mágicos colores. Nos apartan del tedio de los días. Mi mirada te devuelve la inocencia, en lujuria convertida. Y la ternura, se erige en nuestra rima. Tu lluvia saboreo. Se vuelve almíbar. Libada por mis senos. En néctar convertida. Tus manos malabares me recorren. Se entrelazan tus ramas y las mías. Taparán los huecos de mi tronco. Y en su prisa, se harán jadeos, de urgencia de pasiones. Del huir, de aguas cautivas. Corriendo libres por los prados del deseo. Cuál ríos que murmuran y salpican. Al fin, somos palabras salpicadas. Palabras que traen dicha.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Te espero

Hace un rato que te espero. Y Poco a poco, van surgiendo, tantas cosas.... A mis manos, en mis ojos, a mi pecho... y van naciendo. La inquietud de ser tu maga. No me importa, no me tardas. Te recreo en este tiempo. Tengo dentro tus palabras. Despertando mi mirada, algo nublada. De deseo, anticipado. La dicha de verte entrando. De imaginar que me esperas. Que me recreas a tus anchas. Habrá tiempo de encontrarnos, de inventarnos mil palabras. Sensaciones tan preciadas. Esperarán para verte. Serán los ojos del alma. que llegarán a los tuyos. Para que brille tu luz. Dará llama. A nuestros ojos. Y serán brasas las manos. Acariciando. Meciendo. Abriendo la piel al juego. A las miradas lasciva. Incendios somos y brasas. Complacientes o hechiceras. Hacemos surgir momentos. Divinos, llenos de magia. La divinidad se muestra. Tu luz interior me alcanza. Disfrutando los placeres. Mas sublimes. Salen alas. Ya te tengo entre mis manos. Preciado calor desatas. Y nos fundimos candentes. En metal que se diluye. Para llegar a ser aguas. Verternos en sendos ríos. Que nacen en las mañanas. En manantiales de luz, de palabras necesarias. Correremos paralelos. Cada uno su camino, haciendo profundo el cauce. Llenando lagos y charcas. En ocasiones torrentes, de aguas bravas. Nos juntaremos en mares. Seremos olas saladas.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Impaciente Espera

Espero impaciente. Llegar a tus ojos. Escucharte. Vernos. Compartir caricias. Irnos descubriendo. Ser besos descritos. Susurros versados. Silencios cubiertos. Nubes en los cielos. Llenandose en mares. De deseos. Mojarnos. Ser sueños, misterios. Besarnoso los ojos. Pintarlos de nuevo. Hablarnos muy bajo. Mojando los párpados. Traquilos. Despacio. Avanzar la noche. Ser deseo llamado. Quiero provocarte. Que ta alcance mi alma. Llenarte las manos. Vamos descubriendo. Tesoros de magos. Los mejores besos. Pintan nuestros labios. Abrimos ventanas. Allí nos posamos. Tu rayo, tan fuerte. Ya me va llegando. Me inunda, me llena. Se expande en mis senos. Me vuelves calor. Calore de verano. Yo enciendo tus ojos. Con fuego y con viento. Mis manos candentes. Te susurran versos. Mis gemidos te llevan. A crecer en mí. A atarte a mi dichas. Ser incandescentes. Y los corazones. Gimen incendiarios.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Dejame entrar en las ansias de tus noches.
Déjame abrirte con mis manos
y descubrir la raiz de tus poemas.
Quiero ver el color de tus deseos.
Mis palabras en tí serán fruto de futuras cosechas.
Quiero hacer de ti una mujer llena,
Llenarte de mis jugos,
Que rezumes gozo en las praderas de tus días.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Me tocas.

Me tocas. Despierto a tu magia. Ansiando escucharte. Estar en tus manos. Ser tu sabia. Bañarte. Besar tu mirada. Voy desperezando. Sensaciones calladas. Volviendo gemidos. La inercia, los sueños prohibidos. La voz del deseo. Silenciada. Me encuentro a mí misma. Hallo tu mirada. Y soy tus sonidos. De mago creando. Flores. Alboradas. Destapas mis sueños. Me tocas el alma. Oigo tus rumores. Profundos. Lascivos. Me corren las aguas. Tus manos son viento. Se llevan las nubes de cielos cubiertos. De noches oscuras. Me inventas. Baladas. Ya somos paisajes. Ilumina todo un rayo naranja. Que prende tu antorcha. Y proyecta en mi lago. Reflejos dorados. El tiempo se para. No es tiempo, es lujuria. Regalos sublimes. Creacciones. La magia. Fluyen tus silencios. Te grito. Mi cuerpo derramas. Ven a este tu mundo. Creado de besos. De luz. De colores. Sublimes deseos. Me mojas. Me empapas. Para recibirte. Escuchando un eco. De inmensa oleada.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Quiero

Quiero:
Devolverte los poemas que en crecen,
Bañados en la inocencia de mi magia,
Renovados en mi lecho, al alba.
Reinventados de pasión, de tempestades susurradas.
Adornados con la risa que desatas.
Dibujados tenuemente por tu duende.
Con la tinta más sublime, en mis rincones.
Mojados con tu agua.

Quiero:
Regalarte el calor de un mar enbravecido.
Acercarte al arco iris de mi arcada.
Caminando hacia tus manos sanadoras.
Aprender a subir a tus montañas.
A volar por los prados de tu vientre.
Perderme en la espesura de tu bosque.
Acogerte en la cueva de la maga.

Quiero:
Sumergirme en los mares de tu cara.
Anclandote a mis besos y deseos.
Encenderte la antorcha más preciada.
Mezclar tus rayos incendiarios, en mi boca.
En las yemas de mis dedos y en mi espalda.
Que no quede un centímetro de piel sin recorrernos.
Ser lago que recoja tu lluvia derramada.

Quiero:
Ser para ti, una aventura necesaria.